Este salero es uno de cartón (que compré en el supermercado) en el que viene la sal de mar para los asados, pero siempre pasaba sucio y la pintura azul original estaba desgastada, además que no me combinaba con la decoración de mi cocina, así que se me ocurrió pintarlo y me dejó bastante conforme el resultado. Lo bueno, es que con las capas de barniz que le dí, me es muy facil limpiarlo con un paño después de que lo usan o lo toman con las manos aceitosas.
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